Hace algunas semanas realizamos una visita a la Sierra Tarahumara con la familia Vida 180. Ésta es una cadena montañosa que forma parte de la Cordillera Norteamericana, es el hogar de las poblaciones indígenas Tarahumara (también conocidos como Rarámuri), Huichol, Otomí, Purépecha y Mayo, ubicada en el noroeste del estado de Chihuahua. Luchando por alcanzar auto-eficiencia alimenticia, servicios adecuados de salud y educación, así como enfrentando los retos de pobreza endémica, las comunidades de esta zona comúnmente sufren rupturas o viven en condiciones indignas. Este ciclo vicioso afecta especialmente a los niños y adolescentes, muchos de los cuales están siendo abandonados o abusados, siendo víctimas de un ambiente nocivo. Sin embargo, ésta area es conocida por su naturaleza magnífica: sus asombrosos cañones y bosques perennes lo hacen un destino ideal para una excursión desde nuestro hogar en Santa Lucía.

Algunos de los niños rescatados en la familia de Vida 180 son originalmente de la Sierra Tarahumara y no habían visitado a su tierra natal durante algún tiempo. ¡Estaban estallando de alegría al saber a dónde íbamos! Nuestra tarde en el Parque Nacional Cascada de Basaseachi fue un tiempo de calidad en todos los sentidos. El salto de agua con el mismo nombre es la segunda más alta en México, cayendo en el Cañón de Candameña. Rodeados por formaciones rocosas y árboles trascendentales, caminamos y aprendimos sobre nuestro estado, su flora y su fauna. Estas excursiones no solo sirven una función educativa en el sentido tradicional, pero nos dan la oportunidad de formar vínculos con nuestra familia creciente, crear memorias positivas y vivir las maravillas de la naturaleza como parte de nuestro proceso de restauración. ¡En medio de la sierra y con nuestros niños preciosos, recordamos la grandeza de nuestro Dios! ¡No solo vimos Su amor y excelencia en la naturaleza creada por El, pero también en los ojos de los niños, brillando con alegría!